Somos naturaleza, formamos parte de ella. Lo que le sucede nos sucede. Cuando llega el solsticio de invierno, la naturaleza aminora la marcha, despeja el suelo de restos sin vida y se enfría, volviéndose interioridad en transformación. Así se prepara para el gran despertar de la primavera.
Luz y oscuridad el gran balance de la creación y de nuestro interior, es por eso que te invitamos a un espacio de transmutación energética para recibir lo que la tierra nos da con: